Las Gaviotas
en las gaviotas
la vida tiene olor a campo
la tierra se abre
en la inmensidad de la vista
y el horizonte solo topa
con los arboles de sus cerros
acá las gaviotas
son las eternas cantantes
cau-cau, cau -cau
como saludando al hombre
y contando secretos
aqui en la gaviotas
un cerco de acero y alambres
irrumpe
la tranquilidad
del paisaje
detrás del cerco
niños y jovenes
pasan los dias
privados de su libertad
en las gaviotas huele a campo
sus calles de tierra
son como las huellas dactilares
de la gente que lo habita
y aqui
en la carcel de menores
huele a humedad
a adormecimiento
ansiedad y fustración,
las sonrisas de los niños
se disuelven con la lluvia incesante
solo se mantiene la espera
de salir o esperar una visita
y si la tierra se abre afuera
aqui el muro de cemento
es el horizonte de la vida
y las esperanzas los azucares
que se revuelven con el té....
aqui,
en el Cereco Cau Cau
la vida es lenta y fria
como solo las carceles
pueden serlo
pero aqui
el secreto se esconde
detras de las rejas
y detrás de las miradas fugaces
de las gaviotas
que impuestamente
habitan los grisácesos
recintos de este lugar
la vida tiene olor a campo
la tierra se abre
en la inmensidad de la vista
y el horizonte solo topa
con los arboles de sus cerros
acá las gaviotas
son las eternas cantantes
cau-cau, cau -cau
como saludando al hombre
y contando secretos
aqui en la gaviotas
un cerco de acero y alambres
irrumpe
la tranquilidad
del paisaje
detrás del cerco
niños y jovenes
pasan los dias
privados de su libertad
en las gaviotas huele a campo
sus calles de tierra
son como las huellas dactilares
de la gente que lo habita
y aqui
en la carcel de menores
huele a humedad
a adormecimiento
ansiedad y fustración,
las sonrisas de los niños
se disuelven con la lluvia incesante
solo se mantiene la espera
de salir o esperar una visita
y si la tierra se abre afuera
aqui el muro de cemento
es el horizonte de la vida
y las esperanzas los azucares
que se revuelven con el té....
aqui,
en el Cereco Cau Cau
la vida es lenta y fria
como solo las carceles
pueden serlo
pero aqui
el secreto se esconde
detras de las rejas
y detrás de las miradas fugaces
de las gaviotas
que impuestamente
habitan los grisácesos
recintos de este lugar
el frio aqui
es frio de verdad,
viene de todas partes...
persiste...
mientras el silencio
acurruca las orugas de la pena
y me centra en un presente
que no tiene mas distancia
que mi respiración
el frio es como un ahullido
como un grito nocturno
reclamando a la luna
la eternidad de los espejos
latente como las ondas
invisibles que solo se sienten
este frio remece las hojas
de todo lo que nunca quise
destapa botellas
como buscando
enocontrar mensajes
verde infinito
milenario
silencioso
como jugando
a las escondidas
de la Urbe gris
verde majestuoso
de matices sutiles
entre arboles
matorrales
plantas sin nombre
entre miles de hojas
ramas
tallos y troncos
los misterios de la vida
secuentan como poesias
verso a verso
entre el viento y la lluvia
verde potente
vigoroso
paisaje solemne
vestimenta inmune
como la piel desnuda
de los hombres
En Valvidia...
los frios son gotas de rocio
la miel de Ulmos
refresca las soledades
de los espejos
de pronto la lluvia
es el reflejo
de la transparencia
el cobijo
a la resequedad
del alma
sus arboles siempre verdes
son los abrazos compartidos
el saludo vivo de las energias
que nos habitan...
en Valdivia
la muerte tiene nombre de agua
y la vida es el torrente del
Calle Calle
sus paisajes son el recuerdo
de la perfección
de la creación
de la vida misma
y en mis pasos
dejo estelas por las
siempre humedas calles
de Valdivia
como si quisiera que me anidara
si ya me anida
com buscando respuestas
como si no las tuviera
Si mientras respiro en tu boca
Se guardan los miedos
En el jardín de los castigos
Déjame ir más allá
Lejos,
Donde esta soledad
Siga siendo mía
Coronada en tu presencia
Si el tiempo se acorta
En la suavidad de tus abrazos
Regálame la cima
De tus brazos
Hasta perderme en el sin fin
Del vacío de las horas
Mas allá irrumpen las olas
Estallan los latidos
Duerme el mañana
Si baila la piel junto a la tuya
Silenciando los recuerdos y fracasos
Dejame danzar un poco mas
Hasta sentir el extasis de la existencia
Hasta fundirme en el baile
Que existe en tu palpitar
Con un poco mas
Tus ojos serán la miel de su color
Con un poco más tendré
La in-certeza
la inseguridad
de la maravillosa sensación
de volver a estar viva
Se guardan los miedos
En el jardín de los castigos
Déjame ir más allá
Lejos,
Donde esta soledad
Siga siendo mía
Coronada en tu presencia
Si el tiempo se acorta
En la suavidad de tus abrazos
Regálame la cima
De tus brazos
Hasta perderme en el sin fin
Del vacío de las horas
Mas allá irrumpen las olas
Estallan los latidos
Duerme el mañana
Si baila la piel junto a la tuya
Silenciando los recuerdos y fracasos
Dejame danzar un poco mas
Hasta sentir el extasis de la existencia
Hasta fundirme en el baile
Que existe en tu palpitar
Con un poco mas
Tus ojos serán la miel de su color
Con un poco más tendré
La in-certeza
la inseguridad
de la maravillosa sensación
de volver a estar viva
Cuidad gris
Aire espeso entre smog y furia
Calles de cemento
Y un sin fin de personas buscándose en el suelo
Alameda vértebra central de una columna interminable
Te habitan los disfraces
El frío te abriga la historia
Las nubes te cubren los secretos insoslayables
La mudez te habla de represión y de violencia
Cuidad gris te habitan columnas de gente
Columnas de gente que no te pertenecen
Tu, escombros y calles de cemento
Plazas sin flores y sin asientos
Tú, pasadizo laberinto de vidas y sueños
Tú, calma y pulmón cancerigeno
Cuidad gris
Embestida de desarrollo
Tú, edificios y morada de paso
De asesinos camuflados
Tu vientre fecundando niños con lágrimas
Tu aguardando frustraciones
Cuidad gris
Encrucijada de derechos y deberes
Dialéctica de distancias y melancolías
Tú, pariendo exclusión de sueños
Abortando la semilla de los árboles y los antepasados
Cuidad gris
Madre de civilización y trogloditas
Hermana de parias
Hija de la estructura impuesta
Cuidad grisAsesina de arco iris y de almas
Aire espeso entre smog y furia
Calles de cemento
Y un sin fin de personas buscándose en el suelo
Alameda vértebra central de una columna interminable
Te habitan los disfraces
El frío te abriga la historia
Las nubes te cubren los secretos insoslayables
La mudez te habla de represión y de violencia
Cuidad gris te habitan columnas de gente
Columnas de gente que no te pertenecen
Tu, escombros y calles de cemento
Plazas sin flores y sin asientos
Tú, pasadizo laberinto de vidas y sueños
Tú, calma y pulmón cancerigeno
Cuidad gris
Embestida de desarrollo
Tú, edificios y morada de paso
De asesinos camuflados
Tu vientre fecundando niños con lágrimas
Tu aguardando frustraciones
Cuidad gris
Encrucijada de derechos y deberes
Dialéctica de distancias y melancolías
Tú, pariendo exclusión de sueños
Abortando la semilla de los árboles y los antepasados
Cuidad gris
Madre de civilización y trogloditas
Hermana de parias
Hija de la estructura impuesta
Cuidad grisAsesina de arco iris y de almas
Sin pasos
Ni huellas en el camino
La muerte es un ancla
Hacia el más hondo precipicio
En ella
A veces
El silencio
Se enmohece
En la espera
De algún acertijo
A ratos
Ella florece con sonrisa
Sin entender su parodia
En medio de mar y ola
La muerte
De vez en cuando
Me parece una rapsodia
Una melodía de hadas
Un aleteo de golondrinas
Ella es
Una culebra perdida
Un llanto acongojado
En medio del espanto
De la furia y el parto
La muerte es como
La letanía de los secretos
Es un tiempo sordo y mudo
Es un millón de hojas de árboles
En el misterio del otoño
De vez en cuando
Como Carraspera latente
La dulcinea
Brilla despacio en el infinito
Ni huellas en el camino
La muerte es un ancla
Hacia el más hondo precipicio
En ella
A veces
El silencio
Se enmohece
En la espera
De algún acertijo
A ratos
Ella florece con sonrisa
Sin entender su parodia
En medio de mar y ola
La muerte
De vez en cuando
Me parece una rapsodia
Una melodía de hadas
Un aleteo de golondrinas
Ella es
Una culebra perdida
Un llanto acongojado
En medio del espanto
De la furia y el parto
La muerte es como
La letanía de los secretos
Es un tiempo sordo y mudo
Es un millón de hojas de árboles
En el misterio del otoño
De vez en cuando
Como Carraspera latente
La dulcinea
Brilla despacio en el infinito
A LA DIOSA Y SUS LOBAS
Y corrían con los lobos
Las que no supieron de cadenas
Las que ofrecían el pelo al viento
Con ardiente sangre en las venas
Las danzantes de los latidos
Las que encontraban en el sexo
El mágico y secreto poderío
Y corrían con los lobos
Las madres sin castigos ni ataduras
Las del vientre siempre lleno
De semillas y hermosuras
Las que encontraron amor en el silencio
Las que rieron con el arco iris
Las que crearon los inciensos
Y corrían con los lobos
Las nutrientes de la tierra
Las que ofrecían al cielo su canto
En noches de luna llena
Las concientes de los pesares
Las que sabían de secretos
Las sanadoras inmemoriales
Y corrían con los lobos
Las furiosas guardianas de la vida
Las sacerdotisas de las cavernas
Las temibles mujeres florecidas
Mis hermanas sin nombre
Mis abuelas sin rostro
Todas las mujeres en un solo galope
Y corrían con los lobos
Las Amantes eternas y nocturnas
Las de rituales en ciclos de luna
Las libres poetas taciturnas
las locas y libertarias
las esposadas con el viento
Las amantes sin patrias
Y corrían con los lobos
Las desapegadas de las ausencias
Las que no temieron a la muerte
Las que celebraron en rito la vida eterna
Las de lágrimas y dolores
Las valientes constructoras
De caminos y pesares
Y corrían con los lobos
Las de gritos y enfados
Las de útero latente
Las forjadoras de sus encantos
Las antiguas voces de nuestros sueños
Las guardianas de nuestros pasos
Las sin nombre y sin rostro en el tiempo
Y corrían con los lobos
Las bailarinas al son de tambores
Las que están vivas en este momento
Las compañeras de mis encarnaciones
Y corrían con los lobos
Las que no supieron de cadenas
Las que ofrecían el pelo al viento
Con ardiente sangre en las venas
Las danzantes de los latidos
Las que encontraban en el sexo
El mágico y secreto poderío
Y corrían con los lobos
Las madres sin castigos ni ataduras
Las del vientre siempre lleno
De semillas y hermosuras
Las que encontraron amor en el silencio
Las que rieron con el arco iris
Las que crearon los inciensos
Y corrían con los lobos
Las nutrientes de la tierra
Las que ofrecían al cielo su canto
En noches de luna llena
Las concientes de los pesares
Las que sabían de secretos
Las sanadoras inmemoriales
Y corrían con los lobos
Las furiosas guardianas de la vida
Las sacerdotisas de las cavernas
Las temibles mujeres florecidas
Mis hermanas sin nombre
Mis abuelas sin rostro
Todas las mujeres en un solo galope
Y corrían con los lobos
Las Amantes eternas y nocturnas
Las de rituales en ciclos de luna
Las libres poetas taciturnas
las locas y libertarias
las esposadas con el viento
Las amantes sin patrias
Y corrían con los lobos
Las desapegadas de las ausencias
Las que no temieron a la muerte
Las que celebraron en rito la vida eterna
Las de lágrimas y dolores
Las valientes constructoras
De caminos y pesares
Y corrían con los lobos
Las de gritos y enfados
Las de útero latente
Las forjadoras de sus encantos
Las antiguas voces de nuestros sueños
Las guardianas de nuestros pasos
Las sin nombre y sin rostro en el tiempo
Y corrían con los lobos
Las bailarinas al son de tambores
Las que están vivas en este momento
Las compañeras de mis encarnaciones
Tengo el sabor de tu semilla
Recorriendo mi garganta
Quema la energía tántrica de tu fuego
En los dolores adquiridos en el pasado
Tengo la piel temblando
Ante el terremoto insurgente
Que aguarda mi silabario
Tengo un ropero de donde cuelgan mariposas
Tengo la saciedad
En el recuerdo de tus manos
Impregnándose de mi pelo
Pero quiero más…
Tengo la nada agarrada a mis brazos
La duda impuesta de lo impredecible
La bondad del silencio sin palabras
Tengo una fértil tierra
Donde tendré una casa…
… un fruto, un invierno, una crianza
Un sol de verano en el vientre
Tengo la saliva húmeda de besos
Un olor a mate, paisajes de campo y lluvia
Fogón pal invierno y tu entierro
Tengo la vida y la muerte en estos pasos
Al filo de la navaja las emociones
Y las maletas del viaje sin retorno
Tengo millones de palabras
Para derramar a tu consigna
Un siglo de silencio para cubrir tu partida.
Recorriendo mi garganta
Quema la energía tántrica de tu fuego
En los dolores adquiridos en el pasado
Tengo la piel temblando
Ante el terremoto insurgente
Que aguarda mi silabario
Tengo un ropero de donde cuelgan mariposas
Tengo la saciedad
En el recuerdo de tus manos
Impregnándose de mi pelo
Pero quiero más…
Tengo la nada agarrada a mis brazos
La duda impuesta de lo impredecible
La bondad del silencio sin palabras
Tengo una fértil tierra
Donde tendré una casa…
… un fruto, un invierno, una crianza
Un sol de verano en el vientre
Tengo la saliva húmeda de besos
Un olor a mate, paisajes de campo y lluvia
Fogón pal invierno y tu entierro
Tengo la vida y la muerte en estos pasos
Al filo de la navaja las emociones
Y las maletas del viaje sin retorno
Tengo millones de palabras
Para derramar a tu consigna
Un siglo de silencio para cubrir tu partida.
No me digas que la muerte te ronda los pasos
Y destruyes las verdades con el silencio
No me inquietes con mentiras ansiosas
No me cuentes historias ya olvidadas
Solapadas detrás de los espejos
No me nombres las calles recorridas
No me ilusiones con las esperanzas fracasadas
Déjame en la quietud de las sombras
En medio de los sueños q nacen de madrugada
No me digas que la noche es oscura en luna llena
Y que el dolor se hace parto al llegar el día
No me pintes los lienzos de colores ya vistos
Ni me hables con versos teñidos de recuerdo
Nacidos de las tumbas de amores de cementerio
No me digas que la muerte te pillo detrás de la esquina
Y que me destruiste en el silencio
No me inquietes con las mentiras
Que ya olvidé mirándome al espejo
No me nombres las calles juntas recorridas
Se me fue la ilusión con la esperanza fracasada
Déjame en la quietud de las sombras
En mis sueños de madrugada sin tu nombre
No me digas que la noche es oscura en luna llena
Mi dolor ya fue parto cuando llegó el día
No me digas que la muerte te pillo detrás de la esquina
Por que yo ya te maté con el silencio.
Y destruyes las verdades con el silencio
No me inquietes con mentiras ansiosas
No me cuentes historias ya olvidadas
Solapadas detrás de los espejos
No me nombres las calles recorridas
No me ilusiones con las esperanzas fracasadas
Déjame en la quietud de las sombras
En medio de los sueños q nacen de madrugada
No me digas que la noche es oscura en luna llena
Y que el dolor se hace parto al llegar el día
No me pintes los lienzos de colores ya vistos
Ni me hables con versos teñidos de recuerdo
Nacidos de las tumbas de amores de cementerio
No me digas que la muerte te pillo detrás de la esquina
Y que me destruiste en el silencio
No me inquietes con las mentiras
Que ya olvidé mirándome al espejo
No me nombres las calles juntas recorridas
Se me fue la ilusión con la esperanza fracasada
Déjame en la quietud de las sombras
En mis sueños de madrugada sin tu nombre
No me digas que la noche es oscura en luna llena
Mi dolor ya fue parto cuando llegó el día
No me digas que la muerte te pillo detrás de la esquina
Por que yo ya te maté con el silencio.
Me declaro culpable señores
De ser suelta de boca
Y de sentir la bendición
De mis caderas danzantes
Entre bares y copas
Sí, culpable soy
De ser la rosa nocturna
Que florece de noche
Inundando el aire
Con toda su frescura
Me declaro culpable
De hacer caso al impulso
A no perder la vida
En cada minuto
A causa de un
¡¡ No, estas loca nena!!
Soy culpable señores
De reír a destajo
de ser como las golondrinas
que celebran el ocaso
Culpable me declaro
De sollozar por las noches
Y sentirme sola
Aunque ese olor aún perfume este trance
Me declaro culpable
De mi naturaleza furtiva
De mi fragilidad disfrazada de piedra
De ser fuego y canto
Con todo hombre que yo quiera
Me declaro culpable
De no arrepentirme de lo que hago
Y de remediar lo que alguna vez
Por error pude haber realizado
Me declaro culpable de ser gata nocturna
De abrir este pecho y escuchar su silencio
De cerrar los ojos y olvidar los castigos
De bañarme en las aguas en el gusto de ser
Sin remedio.
De ser suelta de boca
Y de sentir la bendición
De mis caderas danzantes
Entre bares y copas
Sí, culpable soy
De ser la rosa nocturna
Que florece de noche
Inundando el aire
Con toda su frescura
Me declaro culpable
De hacer caso al impulso
A no perder la vida
En cada minuto
A causa de un
¡¡ No, estas loca nena!!
Soy culpable señores
De reír a destajo
de ser como las golondrinas
que celebran el ocaso
Culpable me declaro
De sollozar por las noches
Y sentirme sola
Aunque ese olor aún perfume este trance
Me declaro culpable
De mi naturaleza furtiva
De mi fragilidad disfrazada de piedra
De ser fuego y canto
Con todo hombre que yo quiera
Me declaro culpable
De no arrepentirme de lo que hago
Y de remediar lo que alguna vez
Por error pude haber realizado
Me declaro culpable de ser gata nocturna
De abrir este pecho y escuchar su silencio
De cerrar los ojos y olvidar los castigos
De bañarme en las aguas en el gusto de ser
Sin remedio.
Soy así
Como las carcajadas que me brotan
Soy la mujer
En medio de los lobos
De su propia mente
Y juega ser hembra
En medio del que dirán
Que a veces quema
Soy así
Como este pelo al viento
Frondoso y ondulado
Como el espiral de la vida misma
Soy la cordillera
Resistiendo el destierro
De las caricias que asolan
Buscando la profundidad
De la tierra en mis venas
Soy así
Como el arco iris de la mañana
Fresca y cambiante
Como el viento de la galaxia
Así soy
Como los niños
Locos y atrevidos
Curiosa y aventurera
Como la mirada que nace
Al llegar de noche
las lunas llenas
Soy así
Como los monos jugando
Entre los árboles
Soy mujer y mar de océano
Soy esta que juega
A ser hembra
Frente a sus miedos y penas
Soy así
fuerte y delicada
Como las flores
En el llano de la vida
Mirando de frente
Las tempestades del invierno
Soy esta que vive
A través mío.
Transparente y honesta
Aunque duelan las lluvias
De las soledades ocultas
Y las miradas traicioneras
De inquisiciones ajenas
Así soy
Como las palomas y los cuervos
Volando en las emociones de la existencia
Fluyendo como los ríos de mis ancestros
Como las carcajadas que me brotan
Soy la mujer
En medio de los lobos
De su propia mente
Y juega ser hembra
En medio del que dirán
Que a veces quema
Soy así
Como este pelo al viento
Frondoso y ondulado
Como el espiral de la vida misma
Soy la cordillera
Resistiendo el destierro
De las caricias que asolan
Buscando la profundidad
De la tierra en mis venas
Soy así
Como el arco iris de la mañana
Fresca y cambiante
Como el viento de la galaxia
Así soy
Como los niños
Locos y atrevidos
Curiosa y aventurera
Como la mirada que nace
Al llegar de noche
las lunas llenas
Soy así
Como los monos jugando
Entre los árboles
Soy mujer y mar de océano
Soy esta que juega
A ser hembra
Frente a sus miedos y penas
Soy así
fuerte y delicada
Como las flores
En el llano de la vida
Mirando de frente
Las tempestades del invierno
Soy esta que vive
A través mío.
Transparente y honesta
Aunque duelan las lluvias
De las soledades ocultas
Y las miradas traicioneras
De inquisiciones ajenas
Así soy
Como las palomas y los cuervos
Volando en las emociones de la existencia
Fluyendo como los ríos de mis ancestros
Preguntas para Chamina
Busco y busco en la quietud de este mar
La inquietud surgida de mil preguntas
Desde el momento eterno
Que grabé tu partida
Busco tus ojos de mujer bravía
Busco la noche cuando por primera vez te veía
Busco en mi hombro tu mano de niña
Busco tu risa, tu llanto, tu mirada escondida
¿En qué parte del oleaje habitará tu alegría?
No se si en el fondo del mar
No se si en la orilla
Me inquieta tanto el extravío de tu presencia
Extraño tus sonoros cantos
Tus mil ideas repartidas
¿Dónde dejaste la fuerza y la maravilla?
¿las dejaste en medio de las rocas o en el ocaso del día?
¿O será Chamina que te las llevaste contigo
para el descanso de tus días?
Pregunto y pregunto en esta tarde de melancolía
Que solo por respuestas tengo
Tu canto de mediodía
Busco tu brisa, tu lunar, tu compañía
Es que se me perdió tu enojo tu furia,
Tú insidia
¿Dónde habrás dejado la polera celeste que te ponías?
¿Se la regalaste al sol o se la quedó Marina?
Buscaba entre tanta pregunta
Los almuerzos que con gusto te comías
El guiso tan rico que con amor yo te hacia
Andaba buscándote en este oleaje Chamina
Andaba buscándote y tú no venías
De pronto el cielo aclaró con maestría
Y entendí que andabas cerquita
Cerquita de estas líneas.
Busco y busco en la quietud de este mar
La inquietud surgida de mil preguntas
Desde el momento eterno
Que grabé tu partida
Busco tus ojos de mujer bravía
Busco la noche cuando por primera vez te veía
Busco en mi hombro tu mano de niña
Busco tu risa, tu llanto, tu mirada escondida
¿En qué parte del oleaje habitará tu alegría?
No se si en el fondo del mar
No se si en la orilla
Me inquieta tanto el extravío de tu presencia
Extraño tus sonoros cantos
Tus mil ideas repartidas
¿Dónde dejaste la fuerza y la maravilla?
¿las dejaste en medio de las rocas o en el ocaso del día?
¿O será Chamina que te las llevaste contigo
para el descanso de tus días?
Pregunto y pregunto en esta tarde de melancolía
Que solo por respuestas tengo
Tu canto de mediodía
Busco tu brisa, tu lunar, tu compañía
Es que se me perdió tu enojo tu furia,
Tú insidia
¿Dónde habrás dejado la polera celeste que te ponías?
¿Se la regalaste al sol o se la quedó Marina?
Buscaba entre tanta pregunta
Los almuerzos que con gusto te comías
El guiso tan rico que con amor yo te hacia
Andaba buscándote en este oleaje Chamina
Andaba buscándote y tú no venías
De pronto el cielo aclaró con maestría
Y entendí que andabas cerquita
Cerquita de estas líneas.
Nadie dijo que te esperaba
Sin embargo,
Secretamente buscaba lo incierto
Cuando no esperaba que ocurriera
Nadaba en las profundidades del silencio
Centrando la realidad de todo lo vivido
Y cuando nadie te dijo que aparecieras
Todo fue como el rayo de los soles
Tus ojos de miel miraron lo que no mis ojos no veían
Tu voz suavizó la tempestad de la culpa
Y deje que tus brazos me danzaran el cuerpo
Como encontrando la marea
Y nadie dijo que aparecieras
Pero fue repentina la vida en tu boca
Los árboles que guardan estos secretos
Aún esperan los atardeceres de los encuentros
Y aunque nadie dijo que te buscaba
Yo esperaba que sucediera
Desde que te vi
Cuando a nadie le dije
Que esperaba que aparecieras
En México
Los indígenas se asemejan
A las venas de la selva
Chiapas como en un parto
Entera grita
Marcos alumbra la nostalgia
Y hace del recuerdo
El presente vivo
Hay posibilidad de que nos vean
La Abya Yala latente espera
En el silencio interno de toda conciencia
Son tantos los que hay en la selva
Despiertos y dispuestos
Sus palabras son
Como el mar nuestro de cada día
Chiapas toda se recupera
Con el sueño de la América toda
Insurgente es la vida
Las manos labran la Libertad
En cada surco
Los ojos al descubierto
No encubren la verdad
Los indígenas de la selva
Son todos los que reclamamos la Tierra
Marcos es
La voz de la anhelada Justicia
En México
Los indígenas se asemejan
A las venas de la selva
A la sangre de mis venas
Al Derecho a ser
A no ser más
¿Que puede ser más terrible que entregarse a alguien
Por la vez que sea
Sin amor?
De seguro es una de las cosas más desagradables que
Una mujer
Puede sentir
Oler
Ver
Percibir
Escuchar
De que se trata?
De menear el cuerpo hacia atrás y adelante
Hasta sentir cosquillas?....
Que lentamente se transforman
En asco
repulsión
De subir y bajar hasta sentir
Que las piernas
Están acaloradas?...
De escuchar durante un par de minutos ...
quejidos en los oídos
Y fingir un orgasmo?
De no recibir siquiera un beso para estimular la acción?
Donde están en ese momento las caricias que soñamos?
Donde está entonces la búsqueda lenta de nuestros puntos...?
Que se hará la piel en esos momentos ...?
Acaso se cubrirá de una invisible capa para que no nos toque el desamparo?
Que será de la pasión mutilada en cada vaivén de dos cuerpos
que no están conectados con los sentimientos?
Donde nos aguardarán los sueños
Que creamos durante nuestros días
Para aquellas horas nocturnas?
Será nuestro papel fingir, que estamos bien,
Que nos agradan esas manos brutas que en vez de acariciar golpean nuestro cuerpo?
Que somos felices de recibir lengüetazos y no besos por nuestro cuello?
Será nuestra condena servir, sin ser servida
Y menos complacida
O será que debemos callarnos nuestros dolores
Hasta la aparición de un cáncer uterino?
Donde está nuestro puesto en el mundo
En nuestra cotidianeidad
Donde duermen los sueños
Aquellos que construye nuestra más silenciada princesa
Esa dueña de las estrellas
De los caminos
Que descansa cada día
Y también los domingos
Esa que ama
Y sabe que es amada
Respetada
Acariciada
Despertada
Escuchada
Comprendida
Acompañada
Estimulada
Algún hombre en este instante,
Puede acaso responder
Inquietudes surgidas
En las profundidades de la tierra de toda Mujer
Por la vez que sea
Sin amor?
De seguro es una de las cosas más desagradables que
Una mujer
Puede sentir
Oler
Ver
Percibir
Escuchar
De que se trata?
De menear el cuerpo hacia atrás y adelante
Hasta sentir cosquillas?....
Que lentamente se transforman
En asco
repulsión
De subir y bajar hasta sentir
Que las piernas
Están acaloradas?...
De escuchar durante un par de minutos ...
quejidos en los oídos
Y fingir un orgasmo?
De no recibir siquiera un beso para estimular la acción?
Donde están en ese momento las caricias que soñamos?
Donde está entonces la búsqueda lenta de nuestros puntos...?
Que se hará la piel en esos momentos ...?
Acaso se cubrirá de una invisible capa para que no nos toque el desamparo?
Que será de la pasión mutilada en cada vaivén de dos cuerpos
que no están conectados con los sentimientos?
Donde nos aguardarán los sueños
Que creamos durante nuestros días
Para aquellas horas nocturnas?
Será nuestro papel fingir, que estamos bien,
Que nos agradan esas manos brutas que en vez de acariciar golpean nuestro cuerpo?
Que somos felices de recibir lengüetazos y no besos por nuestro cuello?
Será nuestra condena servir, sin ser servida
Y menos complacida
O será que debemos callarnos nuestros dolores
Hasta la aparición de un cáncer uterino?
Donde está nuestro puesto en el mundo
En nuestra cotidianeidad
Donde duermen los sueños
Aquellos que construye nuestra más silenciada princesa
Esa dueña de las estrellas
De los caminos
Que descansa cada día
Y también los domingos
Esa que ama
Y sabe que es amada
Respetada
Acariciada
Despertada
Escuchada
Comprendida
Acompañada
Estimulada
Algún hombre en este instante,
Puede acaso responder
Inquietudes surgidas
En las profundidades de la tierra de toda Mujer
América infinita
pedazo de tierra nutriente
cerros, valles, selvas
cordillera indómita
antes de que mis pies te habitaran
la vida ya era vida
y tu ya nos sostenías
madre fecunda
minerales antiguos
fueron tu semental
y la semilla se convirtió
en la sabiduría de los ancianos
en la guerrera energía
de los jóvenes
en la dulzura y fuerza
de las mujeres
engendraste en la galaxia
tus misterios uterinos
y desde alli la historia
fue creada para retenerte
hombres oscuros de piel
y claridad almica te habitaron
antes que nosotros
ellos fueron nuestros padres
y me pregunto
si hemos dejado de ser ellos
ahora que quieren olvidarnos
de nuestro origen
hoy en esta alameda
centenares somos aún
de corazón de fuego
y carne morena
el latido de nuestra identidad
sigue vivo en medio de smog y lacrimógenas
somos la memoria colectiva y oculta
el grito salvaje reclamando amores
somos los rostros que se ven impregnados
en los cerros y en los valles
de nuestra geografía…
somos tu susurro
llevando los secretos
que se revelan con el viento del día a día…
indígenas nos dicen los extraños
y hermanos nos decimos entre nosotros
hijos de una sola madre tierra
convertida en alameda
con smog y lacrimógenas
pedazo de tierra nutriente
cerros, valles, selvas
cordillera indómita
antes de que mis pies te habitaran
la vida ya era vida
y tu ya nos sostenías
madre fecunda
minerales antiguos
fueron tu semental
y la semilla se convirtió
en la sabiduría de los ancianos
en la guerrera energía
de los jóvenes
en la dulzura y fuerza
de las mujeres
engendraste en la galaxia
tus misterios uterinos
y desde alli la historia
fue creada para retenerte
hombres oscuros de piel
y claridad almica te habitaron
antes que nosotros
ellos fueron nuestros padres
y me pregunto
si hemos dejado de ser ellos
ahora que quieren olvidarnos
de nuestro origen
hoy en esta alameda
centenares somos aún
de corazón de fuego
y carne morena
el latido de nuestra identidad
sigue vivo en medio de smog y lacrimógenas
somos la memoria colectiva y oculta
el grito salvaje reclamando amores
somos los rostros que se ven impregnados
en los cerros y en los valles
de nuestra geografía…
somos tu susurro
llevando los secretos
que se revelan con el viento del día a día…
indígenas nos dicen los extraños
y hermanos nos decimos entre nosotros
hijos de una sola madre tierra
convertida en alameda
con smog y lacrimógenas
Suscribirse a:
Entradas (Atom)